En Gambia no hay hambrunas generalizadas, pero sí bastantes casos de “hambre silenciosa”. El hambre silenciosa o hambre oculta se debe a la deficiencia en vitaminas y otros minerales como ácido fólico, yodo, hierro, zinc y selenio que causan malnutrición.
El hambre afecta directamente al desarrollo intelectual y al rendimiento escolar. Ello, sumado a una mala salud y a un rendimiento bajo en cualquier actividad laboral, lleva directamente a una alta exposición a la pobreza.
Por estos motivos pusimos en funcionamiento en nuestras escuelas comedores y así asegurarnos de que los alumnos reciben, por lo menos, una comida de calidad al día.
Los desnutridos de hoy van a ser los pobres de mañana
En ambas escuelas contamos con un huerto que da una cosecha variada y abundante para autogestionar el comedor escolar.
Entre las variedades plantadas se encuentra: cebollas, tomates, plataneros, mandarinos, naranjos, berenjena, pepinos, lechugas, yuca y maíz.
En este proyecto contamos con la colaboración de Xavi Galindo de la ONG Cultivant Vida.
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